«Maleficent» es una reinterpretación del clásico de Disney «La Bella Durmiente», pero desde la perspectiva de la villana más icónica de todos los tiempos. La película, dirigida por Robert Stromberg, le da un giro a la historia original al enfocarse en los orígenes de la temida hada Maleficent, interpretada magistralmente por Angelina Jolie. Esta versión nos lleva a un relato de venganza, traición y redención que explora la complejidad del personaje, más allá de la maldad que se le ha atribuido en la versión animada original.
La historia de «Maleficent» se aleja de la visión tradicional de la «bella durmiente» para narrar la caída de un ser que, tras sufrir una traición, se ve obligada a tomar medidas extremas. A través de los ojos de Maleficent, los espectadores ven su transformación de una joven hada llena de esperanza en un ser de oscuridad y furia, lo que finalmente la lleva a maldecir a la pequeña Aurora (interpretada por Elle Fanning), la niña que se convertiría en la famosa princesa. A lo largo de la película, se exploran temas como el amor, la venganza y la autoaceptación, todos dentro de un contexto de magia y fantasía.
Una de las fortalezas de la película es la destacada interpretación de Angelina Jolie. Su presencia en pantalla es magnética, transmitiendo la vulnerabilidad y el dolor de Maleficent con una sutileza que nunca deja de sorprender. Su personaje es complejo, y Jolie logra balancear la ternura y la maldad, lo que genera una conexión emocional con el público, algo que no siempre es posible con personajes villanos.
El elenco de apoyo también es notable. Elle Fanning, quien interpreta a Aurora, aporta frescura y dulzura al personaje, aunque su papel no es tan profundo como el de Maleficent. Sharlto Copley como Stefan, el hombre que traiciona a Maleficent, es convincente como el antagonista humano de la historia, aunque a veces su personaje puede parecer algo unidimensional. Los personajes secundarios, como los tres hadas que acompañan a Aurora, interpretados por Imelda Staunton, Juno Temple y Lesley Manville, agregan un toque cómico y ligero a la película, aunque no llegan a profundizar en sus motivaciones.
En términos visuales, «Maleficent» es un festín para los ojos. La cinematografía y los efectos especiales crean un mundo mágico y misterioso, con una atmósfera oscura que se ajusta perfectamente a la historia que se está contando. La película utiliza paisajes impresionantes y criaturas fantásticas que no solo sirven como fondo, sino que enriquecen la narrativa. La batalla épica entre las fuerzas del bien y del mal, así como el enfrentamiento final de Maleficent, son escenas que impresionan gracias a los efectos visuales de alta calidad.
Otro aspecto destacable de «Maleficent» es su banda sonora. La música compuesta por James Newton Howard complementa la atmósfera de la película, creando momentos de tensión, emoción y magia. El tema principal, que da vida a la historia de Maleficent, es poderoso y resonante, agregando una capa adicional de profundidad a la película.
Si bien «Maleficent» presenta una historia visualmente atractiva y bien actuada, también tiene algunos puntos débiles. En algunos momentos, la trama parece apresurada o falta de complejidad. La relación entre Maleficent y Aurora, que podría haberse desarrollado de una manera más profunda y emotiva, se siente algo forzada. Aunque la película intenta humanizar a la villana, hay momentos en los que las motivaciones de los personajes no se sienten completamente justificadas o exploradas.
A pesar de sus fallos narrativos, «Maleficent» logra ser una película entretenida y emocionalmente resonante. La idea de darle una nueva perspectiva a la historia clásica de «La Bella Durmiente» es una propuesta audaz, y en muchos aspectos, se lleva a cabo con éxito. A lo largo de la película, Maleficent se transforma de ser simplemente la villana malvada a un personaje mucho más tridimensional y relatable, lo cual es, sin duda, uno de los mayores logros de la película.
